Antes de arrancar, aclaramos, que dejamos afuera algunas cascadas y cataras “clásicas”, como las de Iguazú (Argentina y Brasil), o Victoria (Zambia y Zimbaue), no por no ser impresionantes, sino por ser más conocidas o casi postales de sus respectivos países.
En éste post, nos sumergimos (crean que si pudiera lo haría en muchas de ellas) a conocer cascadas no tan estelares en cuanto a su fama, pero sí, de una belleza que resulta difícil de encasillar. Algunas son bastante más conocidas, como la cascada del Ángel, el salto más alto del mundo. Otras no tanto, pero todas son majestuosas: aguas turquesa en tierras rojizas, caídas de agua en terrazas blancas, saltos de agua directo al mar en Nueva Zelanda, una cascada por demás torrentosa en Islandia, otra entre estanques turquesa en medio de la jungla. Todas son cascadas tan perfectas y tan idílicas, que hasta cuesta creer que existen:
1. Las cascadas de agua turquesa en Arizona
Un recorrido por las mejores cascadas y caídas de agua del mundo debería tener una estación obligada en el Cañón del arroyo Havasu, en el Estado de Arizona, Estados Unidos. Lo increíble de las cascadas de Havasu, no son sus dimensiones o el volumen de agua, sino el mágico entorno desértico, la tierra rojiza y el agua azul verdosa, en un contraste tan idílico como difícil de imaginar.